Ayer hubo un hermoso atardecer
Dicen que el sol brillaba
y que con el viento los árboles jugaban.
Las nubes se vestían de mil colores
y los pájaros cantaban a sus viejos amores.
Pero yo no lo vi. Me perdí en el atardecer de tu mirada,
En la miel que se empoza a la sombra de tus pestañas.
Saboreé el brillo de tu sonrisa. Y me consumí en
ese aire infantil que destilas a pesar de ser toda una mujer.
Me devolviste las poesías
que creí para siempre perdidas
de tu ser se desprenden los más bellos versos.
Pequeña bailarina, ángel celestial.
Pieles perforadas, por aceros ardientes
de ilusiones incipientes.
Labios robados, que serán tierra fértil
para amores soñados
jueves, julio 30, 2009
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