jueves, octubre 26, 2006

This is a transcription of something I wrote previously…

August 22nd, 2006

As I seat here, all alone, in the Leonardo DaVinci (Fuimicino) Airport, I look at the subset, the last one I will witness on this crusade through the beautiful European lands; the first of many, I hope.

Almost 12 hours away from departure and roughly 24 hours away from home, I face this beautiful sun, surrounded by the exquisite mixture of culture this airports presents.

It has been one month since I sat foot on this wonderland, but the memories are those of a lifetime and will hopefully last as long. I depart filled with the same excitement that I arrived with. However, I depart a new person. During this month I have died a thousand deaths and I have been reborn as many times; always in different forms… like the sun that just set with this tear that I shed.

The places I have seen, my hand cannot describe and any attempt of doing so from my part, would be quite unfair to the beauty of this land. I have seen how mighty the human hands can be, even though they will always be shadowed by the hand of the Mighty One.

Let reality, time, or life bust my bubble, but I leave convinced of the fact that a peaceful world can be accomplished. Blame my youth or my “wanna be” poetic soul, but when you are in an airport and see families, friends and lovers part, even when they cry, you see the beauty of life on a simple goodbye.

When you turn a corner and see people from all over the world, with different believes and traditions, be as amazed as you are with an impressive monument or a simple rock, you realize there isn’t such a thing as a grown up. And when you see couples in love, you understand we are all made out of flesh.

However none of this compares to the friends I’ve made, for them, I say a prayer and send them my best wishes. I desire for them nothing but the best, and I would like to thank them all for this life changing experience.

My regards to all…

Dedicate to all of those

that changed my life one way

or the other during those days.

Love to you all.

lunes, octubre 23, 2006

Un día escribí un verso

Un día escribí un verso,
pidiendo que en mi corazón
una rosa se sembrara
Una rosa hermosa con
raices espindas que
que crecieran bien arraigadas.

Pero traicionera es la pluma,
con tan mala suerte que al viento llamó
y al día siguiente este sin recelo ni cuidado, sopló;
arrancado aquella rosa que,
aunque pequeña, en la tierra sus raices fuertes aferró.

Pudo más el viento y la rosa,
más porque quiso,
más por propia voluntad,
que por Eolo que sopló,
se desprendió.
Dejando desgarrada la tierra en que nunca floreció.

martes, octubre 10, 2006

En las laderas de Alajuelita, la vida me regalo a mi y mis compañeros de cuadrilla este hermoso atardecer. Fue la recompensa por un duro día de trabajo. La gente de Un techo para mi país y yo, estuvimos tres días en Alajuelita construyendo casas en el precario de Tejarcillos. Gracias a Nico por la oportunidad y a toda la gente que participo. Fue una experiencia increible.
La verdad es que pasé deprimido como 2 semanas después de estar ahí. Supongo que fue el impacto de ver a mi pueblo bajo el sufrimiento de la pobreza. No es que nunca hubiera visto la pobreza o la misera, es que nunca la había vivido.
Cuando llueve da lo mismo estar adentro que afuera, se moja uno igual y el barro te ensucia los pies. Lo único que diferencia la casa de la calle, es que la calle se vuelve un río y en la casa el agua se estanca.
Hay dos tipos de gente que se distinguen a simple vista los que estan felices de que estés ahí ayudando y los que no. Estos últimos creo que se dividen en dos grupos, los que creen que no necesitan ayuda y los que resienten que no los estés ayudando específicamente a ellos.
La situación es dura y se ve. La verdad siempre he pensado que muchas de las personas que viven ahí, lo hacen por que no quieren salir y por que no les gusta trabajar. Me equivoqué. Bueno talvez no. Pero es complicado.
Los niños crecen con hambre y los niños más grandes juegan no con ellos, sino contra ellos. Sus padres, están enfermos física o psicológicamente, resultado de una infacia similar a la suya.
A causa de esta enfermedad y de muchos prejuicios estas personas no consiguen un trabajo estable, lo que fomenta el problema. Si no te dan trabajos y cuando te los dan no logras mantenerlos, ¿cómo te va a gustar trabajar?
Estos niños ven la miseria y crecen en ella. Comen una vez a la semana, los que pertenecen a la comunidad cristiana del lugar, los otros NO. La educación es algo complicada, ya que a pesar de que la escuela se encuentra cerca, dudo que el ambiente sea propicio para aprender.
Entonces, ¿qué aprenden estos niños? La pobreza. Y lo que es peor la aprehenden. Sin embargo luego de arduas horas de trabajo, primero azotados por un sol inclemente y luego atormentados por una lluvia helada, me acerque al hijo de doña Ileana, la señora a la cúal le construiamos la humilde casa; y mirandolo a sus enormes ojos negros, fruto de la inmigración y de la venas de nuestra patria; mirandolo a sus ojos ticos le pregunte con un sabor a patria en la garganta, "¿Mae campeón que querés hacer vos cuando seas grande?" Y con una sonrisa que brillo en el fondo de mi y que al recordarla me nubla la vista, el humedecer de mis ojos, me contestó: "Quiero construir casas, como ustedes."
Pensando en esa frase fue que observé este hermoso atardecer. Sin lugar a dudas uno de los más hermosos que he visto en mi vida y sentí fe y esperanza, porque comprendí que Dios también se está en la miseria y no importa que tan duro sea el día hay una luz que brilla al final.